jueves, 11 de enero de 2007

Oscuridad, en el completo silencio turba mi razón. Desafía mis verdades, esa idea de ti que hoy se difumina ante los fármacos.
Deseé ser tu unidad sin sustantivo, sentir irreprimible tatuado en tus glóbulos incoloros. Procuré extremar detalles y no dejar espacio a las excusas que pudieran alejarte de mi insegura condición; todo en perfecta medida para encajar en tus paranoias, trastornar un poco tu letargo sin llevarte a la vigilia.
Pero mi imagen no te satisface; me devoras y regurgitas, envenenas mis sueños para luego abandonarme a la deriva en este mar de ilusiones…
Cual sueño vetado, te observo en mi vitrina de amores frustrados y sueños desechos, destilando esperanzas de un mañana incierto y que ante el silencio pierde vigencia.
Perfecto y distante, como siempre, regresas sin estatutos para este juego que me obsesiona y destruye.
Volveré a ti, mostrando la fuerza de la que carezco, hasta el día de una muerte que, en ti, supone fantasías.
Recorrí el estrecho tramo que, de nuevo, me encierra en el círculo descrito por tu voz…en espirales me sumerjo intentando encontrar la llave al olvido.

Y volveré a encontrare, pero en otro tono y distinto sabor que me llene de sed y ansiedad… las letras de tu nombre serán distintas, mas en el pecho misma huella e igual soledad.

Baja el telón y tu espectral presencia se me niega, efímera inspiración que primero me abandona y después regresa en efigie inesperada… dejas un tibio vacío cuando partes sin irte para tomar mi cuerpo cual vil mercancía.

Contemplo el recuerdo de tu vaga presencia… arco iris blanco y negro que rodea mis sueños… marginada, hilo suspiros mientras tu rostro se disipa en el tiempo.

Silencio… todo lo que en mi vida queda. Las canciones se agotan, grafías irrisorias, oda a este masoquismo que inspiro la obsesión.

Púrpura sentir se desliza por mi rostro y roza mis labios: me intoxica, me da vida y suprime las neuronas.

Deseé suplantar tu néctar con alcohol… más no aturde los sentidos como tu sonrisa, eco de todo lo que una vez amé.

Una vil cobarde que se esconde tras la elipsis que en nosotros marcaste… todo lo que queda luego de un “me voy”.
En medio del caos, de este mundo sin tiempo ni orden, tu imagen golpea la rutina desde el primer aliento… Hoy las heridas empiezan a sanar, el pasado encuentra punto en donde siempre debió permanecer: el pretérito.

Sé no soy más fuerte que ayer. Y sí… temo a la serenidad que provoca tu inminente partida luego de estar mórbida en ti; pero ahora comprendo que es más sano inmortalizar tu sonrisa, a erigir un pedestal a tu tacto ausente.

No puedo asegurar que esto es el olvido; y si decides volver desconozco el resultando: tomas tantas formas, te escabulles en mis carencias y te amoldas para hacerme señora y esclava… todo en un mismo beso, ese mismo que hoy transfigura en cuadro empolvado entre alcohol y lágrimas que, al final, fueron idénticos.

Ahora elijo el camino que debo andar, en vez de soñar uno nuevo iluminado por el esmeralda que tanto me cautivó. Levanto mi rostro, antes sesgado por el dolor y me aventuro a dejarte ir, sí… aunque nunca te tuve, y no sé si algún día vendrás tras de mí; o si el testarudo arquero cruzara nuestras historias otra vez, y si esa decidas materializarte; o si muera y nunca sepa más de ti.

El silencio apremia y ha llegado mi hora de continuar consignando mis huellas en el aire, como antes de saber que existías… antes de tocar a Dios en ti.

Hasta siempre.
Tanta jugarreta me revienta la cabeza, señales confunden la razón... por un momento creí encontrar mi "rayo de sol"...ínfima y asustada, queriendo ocultar lo evidente; aquello que me niego a creer para no morir en este olvido que no perdona.
Y será este el fin de mi historia? condenada a estar sola hasta que llegue el día en que el innombrable finiquite este error que por el mundo se arrastra.Preferible indiferencia? O esto que siento sin sentirte?
Nunca suficiente? muy tonta? muy crédula? tal vez muy fácil... Solía creer que las cosas buenas de la vida eran gratis... o debí costarte estas lágrimas que derramo al ver como manipulas mi cabeza como un juego de ajedrez?
Muy sofisticado para mí? tal vez el amor es tan simple que no se alimenta de óperas ni vinos caros... sino de una mirada de vez en cuando que te hace sonrir el resto del camino.
Y sí... todo quedó en palabras... y tú siendo mi única opción (pq el amor es ciego... cuando lo sientes ya no puedes ver a nadie más), me enamoré del amor encarnado en tus ojos esmeralda que hoy me condenan al olvido.
Hoy vuelvo sin esperanza a contemplar mi camino: árido, oscuro y patético.
Y si mi amor no fue suficiente para llenar tu vida, y mis besos lo suficientemente dulces y apasionados que enfermaron tu cuerpo... Desde hoy volverás al lugar del cual nunca debí sustraerte: el olvido.
Tan poca cosa fui que será fácil apartar de tu camino... pero no lo niego: soñe tonetrías y volvía ser niña al soñarme reflejada en tu mirada. Pero son más evidentes tus ganas de mostrarme que no soy la mujer que sueñas que las de ver de lo que "no te pierdes".
Y no... no tengo motivos para quererte como lo hago... aparte de aquél hombre que alguna vez esculpí y hoy toma tu forma.
Y si se me agotan las palabras, no es por que muera el sentimiento... o por que en realidad desee retirarme... pero el silencio es una ingrata musa, y al pensar de nuevo en tu humanidad es lo único que desde hoy, espero, evocará en mi vida.
Fugazmente rozaste mi mano y en mi interior una luz iluminó mis ojos, antes oscuros por las noches de vigilia…

Te soñé en una explosión naranja, en un campo fecundo, embriagado por mis besos.
Te sentí cercano, colándote en mis huellas.

Deseé amarte, desde lo más profundo y componer odas a los rizos en tu nuca;
Perfilé un paisaje con tu sombra centellante y tomé tu pasado y lo esculpí en figuras que aún no tienen nombre…

Mientras tu voz palidece y tus besos no arriban, las figuras se secan y se tornan arena y trazan una brecha entre nuestras huellas.

El infame silencio susurra tu nombre mientras yo espero horas, días, meses, sin volver a ver tus rizos; y los años envejecen y los sueños cicatrizan mientras busco entre renglones ese astro que una vez enardeció mi marea.